33
Hace poco más de un mes que tengo 33, y no sé cómo describirte como se siente, aun así, lo intentaré, a ti que no sé quién eres, a ti que no sé dónde estás, a ti que aún no tienes 33 y con suerte los tendrás, si ya lo tienes, quizás recuerdes como se siente, quizás tu experiencia no fue igual, aun así, espero que lo leas, y si no lo lees, creo que me dará igual, pues aún no nos conocemos, aunque te escribo desde mi soledad.
Se siente igual que los 30 aunque está mucho mejor, hay libertad de acción y pensamiento, ahora respiro más conscientemente, me importa menos lo que piense la gente sobre cualquier tema, y no quiero cambiar a nadie más que yo, quizás tu entendiste esto a los 27, bien por ti, yo no.
Los duelos duran cada vez menos, ahora entiendo lo efímera que es la vida, y estoy encontrando el perdón, si encontrando, aun no lo tengo del todo resuelto, leí que perdonar no es olvidar, es recordar sin rencor, es más difícil de lo que parece, creía que había perdonado todo, pero no, aún hay existencias que me molestan, no quiero que mueran, pero si están lejos mejor.
En el 2022 el viaje ha sido hacia adentro más de lo que hubiese querido yo, el despertar emocional y espiritual no es tan bonito como en las películas, donde ves una luz, un horizonte y en una pasta en Italia recuerdas las sensaciones más básicas del AMOR, el amor a ti mismo. Eso sí pasa, cada tanto, pero el grueso de la experiencia no es tan mágico y surreal, te rompes antes de reconstruirte, el corazón arde y te conviertes en cenizas antes de un resurgimiento total, y eso querido lector se siente muy real.
Siempre he sido muy curiosa, más de lo normal, ¿Qué es lo normal?, las historias más peculiares en mi vida han sido gracias a la curiosidad, tanto buenas como distintas, todas me han enseñado algo, historias que voy recogiendo y guardando, quizás sea yo una escritora ¿Quizás, Quizás? ¿Quizás? eso es un bolero, la música vive en mi desde siempre, aunque es algo que me pasa hace 4 años, cada vez más frecuente o desde ese momento lo racionalice, Iván dice es que mi cerebro límbico, algo así como la activación de mi parte emocional.
El sistema límbico, también conocido como “cerebro emocional”, es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que se conectan entre sí, y que se localiza en la zona temporal del cerebro. Se trata de un sistema cerebral especialmente relacionado con las emociones. Concretamente, se encarga de coordinar las respuestas autónomas y endocrinas con los estados emocionales.
En resumen, cuando estoy feliz suenan canciones en mi cerebro, como el bolero que dejamos atrás, pero ¿Qué es la felicidad? es un estado emocional al que no podemos acceder las 24 hrs del día, así que es importante identificarlos, ya que aparecen tan rápido como se van, y es normal, son activaciones nerviosas o un cúmulo de hormonas que pululan unos minutos para que te sientas pleno, risueño, extasiado, como cuando tienes sexo, o más románticamente, cuando haces el amor.
Yo he descubierto que soy feliz en las madrugadas y a solas, mirando el mar, tomando una taza de café negro, comiendo queso azul con galletas saladas y saboreando un tinto verano helado, caminando descalza en la arena, soy feliz cuando bailo o escucho música, ahora mismo estoy fascinada con un productor y dj llamado Rammor, no sé si es alemán, puesto que el hombre es todo un misterio, pero está radicado en Bavaria, Alemania, aquí dejare una de mis favoritas, aunque sus sets de sunset son espectaculares.
Considera que el número 33 es un 6 potenciado, en un nivel fractal que implica “otra cosa”. Podemos decir que es algo así como estar enamorado de todo lo humano, porque está implícita (aunque siempre presente) la comprensión profunda de que lo humano es también divino.
Tener 33 es como ser niño, pero con las herramientas de un adulto, aunque son conceptos totalmente nuevos para mí, me han permitido comprender mi camino universal, el porqué de mis ansiedades y las causas de mis depresiones, y sufrimientos más intrínsecos, y aquí debo recordar que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
Hay muchos números más, actualmente vibro en 6 que explique arriba y en 7 que es el número de la espiritualidad, pero también del perfeccionismo, cosa que no existe, pero al no entenderlo, sufrimos buscándolo, y nos convertimos en algo que nadie desearía ser, nuestra cultura ha idealizado al perfeccionista como alguien excelso y dotado de gran genialidad, pero lo que no te dicen es que al ser perfeccionista vives con gran frustración, porque lo perfecto es un MITO, no existe y nunca existirá, apenas estoy comprendiendo a no satanizar los errores, a soltar, a vivir entendiendo a los demás.
Esto es lo bueno de ser curioso, cada tanto aprendes algo nuevo, es como ir al gimnasio, pero en lugar de entrenar tu cuerpo, entrenas tu cerebro, he descubierto este año también que me gusta enseñar, me siento muy bien cuando veo que alguien está caminando solo/a y que aporte algo a ese despertar.
También descubrí que no se nada, y que todas las personas me enseñan algo, esto de tener 33 es realmente un desafío, me hubiese gustado tener esta perspectiva a los 20, pero ya no sufro por lo que no fue, ahora voy por más, tengo tantas energías, quiero nadar, quiero bucear, aprender nuevos idiomas, quiero tener más disciplina y una filosofía estoica en mi vida, así como conocer gente nueva, fascinarme con los museos y la comida local.
Ahora estoy buscando libertad, quizás ya la tengo, sea como sea, un ciclo empezó a mis 24 y culmina a mis 33, pero cada cierre supone un inicio, según la numerología pitagórica todo inicia y cierra del 1 al 9, mi próximo cierre es a los 42, número al que espero llegar, para describir como fue ese ciclo.
Pero hace poco más de un mes que tengo 33. Estoy cambiando tan rápido, que será necesario hacer cada tanto una presentación, ya no me gusta la misma comida, ahora me gusta Rammor, soy un poco más necia, sonrío más y lloro con más frecuencia, cierro filas constantemente, evito los conflictos, ahora me alejo para no discutir, vi que tengo una tendencia a la queja y a ser autoritaria así que lo estoy evitando, al final somos lo que hacemos, no lo que decimos que haremos.
El viaje apenas comienza. Con Amor Dayana Barrios de 33 años.
Que bien es leer estas palabras. Donde también tengo 33 y ha sido un año difícil pero a su vez me siento identificada,he impulsada a realizarme más felicidades por ser tan impiradora.gracias
ResponderEliminarQue linda Jessi, cada camino es distinto , pero cada uno tiene matices de luz y oscuridad, pregúntate ¿Como puedo ser más Feliz ? Y aprende de cada experiencia.
Eliminar